martes, 27 de julio de 2010

Mi habilidad en bicicleta

Hace unos días nos compramos tres bicicletas de paseo mi madre, mi hermano y yo. Las compramos por internet y cuando llegaron estaban en perfectas condiciones, sí, pero eran más altas que con la que había estado practicando yo hasta entonces y no llegaba a sentarme en el sillín y hacer pie. Mi madre dice que el hacer pie no importa, pero a mí me reconforta mucho saber que puedo frenar con los pies si veo que algo falla. De todas maneras, después de haberlas montado me fui por la mañana con mi madre a probarla.

Ésta es mi bici:
Esta soy yo, antes de montar en bici: Y esta soy yo, después de montar en bici:
Ahora ya no me queda más que un poco de costra y un par de dientes mellados, pero, por lo demás, estoy en perfectas condiciones.

Después del golpe, mis padres me llevaron al la clínica de la Virgen de la Antigua, donde me hicieron radiografías de la cabeza y de la cadera, que también me dolía. De allí nos mandaron a el Hospital Universitario de Guadalajara, lugar en el que nos pasamos el resto del día. Tengo una discusión con mi hermano, sobre quién se aburrió más. Por mi parte me pasé todo el tiempo entre sueño y sueño, tumbada en una camilla, con vías puestas, . Mi hermano dice que como yo estaba grogui no me di cuenta del aburrimiento y que él, que estuvo en la sala de espera (que sí que tuvo que ser aburrido) se aburrió más. Ahora, se llevó la DS, así que por lo menos tenía con qué distraerse. Y aunque yo no estuve sola en ningún momento (mis padres se turnaban para hacerme compañía) no estaba para grandes conversaciones. En fin, que no nos ponemos de acuerdo.

Respecto a la bici, creo que buscaré un par de neumáticos de coche para hacer con ellos "ruedines", jaja, no, supongo que seguiré practicando, aunque con más cuidado (ya sabéis, casco de buzo y cota de malla...).