viernes, 27 de marzo de 2009

Aún estamos en pijama

Hace unos días, en la reunión del Club de Lectura vimos la película de " El niño con el pijama de rayas" basada en la novela de John Boyne del que hablaba en mi última entrada.

A todos nos pareció bien que a Bruno le quitaran en la película dos años, de 10 que tiene en el libro a 8 que tiene en el largometraje y que estuviera enterado de que su padre es soldado (en el libro no lo sabía). A mí me gustó que Bruno no se refiriera a Gretel, su hermana mayor, como "la tonta de remate" y que Gretel fuera algo más amable con su hermano. De hecho, en un momento dado de la película, cuando una noche los padres de Bruno están discutiendo a gritos en el salón, Bruno entra en la habitación de su hermana y ésta, en un gesto de cariño, levanta la manta de su cama para que Bruno duerma junto a ella.

El final de la película, cuando Bruno y Shmuel son llevados a la cámara de gas, nos impactó a todos por igual. En el libro no tardan en pasar a otro tema explicando el regreso de la familia a Berlín, el despido del padre, la búsqueda de Bruno en los meses que siguieron... Pero en la película se ve cómo meten a los judíos en la cámara, cierran y después de haber sacado una imagen de un soldado con máscara anti-gas echando el gas venenoso en el recinto donde se encuentran los prisioneros, se oyen los gritos y se ve cómo empujan la puerta en un intento de escapar de aquella sensación de quemazón interior, pues al respirar esos gases tóxicos las víctimas sentían cómo se les quemaban los pulmones, y así podían estar durante unos tres teribles minutos.

En este punto terminó la película. Es fácil imaginar cómo nos quedamos después de tan crudo final.
Sin duda nuestra opinión es que, por una vez, el cine mejora el libro.

4 comentarios:

  1. Estoy totalmente de acuerdo en que la película supera al libro, por una vez en la vida y sin que sirva de precedente (¡pero no olvidemos que siempre es mejor leer primero y ver la 'peli' después!).
    No obstante, en mi opinión el éxito de este libro reside en ser el único (al menos que yo conozca) que trata el holocausto nazi pensando en contarselo a un público infantil (la forma de redactar es más bien para niños pequeños, ¿no?).

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  2. Comparto tanto tu opinión de que el éxito del libro está en el hecho de haberlo escrito para los niños pequeños como el que siempre es mejor leer el libro antes de ver la peli.
    (¡Gracias por el comentario!)
    Claudia

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  3. Hola Claudia, soy Ipe y te escribo desde La Codosera (Badajoz). Ya conocía tu blog, me paso habitualmente por aquí, pero hoy conversando con Jacqueline, he sabido más cosas de ti.

    Mi hijo menor, Emmanuel, comenzó a leer el libro, pero no le gusto... por lo que dices de estar escrito para niños pequeños.. y que a él no le pareció muy honesto con los niños pequeños. Aún no hemos visto la pelicula, pero al leer tu comentario me han entrado ganas.

    Gracias por compartirlo, un blog estupendo.

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  4. Hola Ipe. La verdad es que muy probablemente yo también hubiera dejado el libro de haberlo leído por mi cuenta, pero el estímulo que supone leerlo en un club de lectura hizo que me lo terminase. Comentar en grupo el libro hace que se le saque más jugo a lo leído. Durante ese tiempo vimos documentales sobre la II Guerra Mundial, revisamos enciclopedias y aprendimos mucho sobre ese triste período histórico.
    Gracias por el comentario, Ipe.

    Claudia

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